En su informe sobre la situación en Afganistán al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet aseguró que «las mujeres están siendo excluidas de los espacios públicos»
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó hoy el compromiso del nuevo régimen talibán de respetar los derechos humanos de las mujeres y se está rompiendo la amnistía a aquellos asociados con el anterior gobierno respaldado por Estados Unidos.
En su informe sobre la situación en Afganistán tras el relevo del poder al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Alta Comisionada aseguró que en menos de un mes bajo el control de los talibanes, «las mujeres fueron gradualmente excluidas de los espacios públicos».
La expresidente chilena condenó que las niñas mayores de 12 años hayan sido prohibidas en la escuela en muchas partes del país, y muchos departamentos que protegen a las mujeres en el país hayan sido disueltos y su personal han sido amenazado.
Asociaciones de mujeres de la sociedad civil han sido acusadas de obscenas, o de extender ideas contra el islam en sus comunidades”, destacó la responsable de derechos humanos de la ONU, quien también subrayó que en algunas áreas ya se prohíbe a las mujeres que acudan a zonas públicas sin un acompañante masculino.
“En algunos casos se les ha ordenado quedarse en su casa, alegando que es por su propia seguridad, ya que las fuerzas talibanes no están ‘entrenadas’ para lidiar con ellas”, lamentó la alta comisionada.
En cuanto al anuncio de los talibanes de indultar a ex funcionarios públicos y personal de seguridad, Bachelet anunció que las acciones implementadas en Afganistán van en contra de esta promesa.
Mi oficina ha recibido fundadas denuncias de asesinatos por venganza contra antiguos miembros de las fuerzas de seguridad, y de detenciones arbitrarias de funcionarios y sus familiares”, subrayó la alta comisionada, quien también denunció que algunos de estos detenidos han muerto bajo custodia.
También hay informes de que los talibanes buscaron a funcionarios y personal que cooperaran con el ejército estadounidense en ciudades como Kabul, Kandahar, Herat o Mazar-e-Sharif.
Los talibanes habían prometido no realizar registros, entre ellos.
Bachelet agregó que el personal de las agencias de Naciones Unidas también ha sido objeto de crecientes ataques y amenazas, mientras que las oficinas de organizaciones no gubernamentales y grupos de la sociedad civil han sido registradas por los talibanes.
El país ha entrado en una nueva y peligrosa etapa, en la que muchos afganos están profundamente preocupados por sus derechos humanos”, resumió.
Ante estas quejas, “Naciones Unidas mantendrá la máxima vigilancia”, advirtió Bachelet, y luego instó al Consejo de Derechos Humanos a establecer un mecanismo para monitorear más de cerca el estado de las libertades fundamentales en Afganistán.
Al respecto, el 24 de agosto, una reunión especial del mismo consejo ignoró los llamamientos de activistas dentro y fuera de Afganistán y no aprobó un comité de investigación permanente para el país.
La Alta Comisionada expresó hoy su decepción por la «falta de inclusión» del nuevo gobierno talibán porque no incluye mujeres en sus filas y está compuesto principalmente por el grupo étnico pastún.
En un mensaje a la comunidad internacional, Bachelet pidió a todos los estados que “usen su influencia con los talibanes para pedir el respeto a los derechos humanos, con especial atención a mujeres, niñas y miembros de minorías étnicas y religiosas”.
Con información de Agencias internacionales