En una sesión especial del Honorable Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Zacatecas, celebrada por el 190 aniversario de la fundación de nuestra máxima casa de estudios, la noche de este viernes 4 de noviembre se entregaron más de 60 medallas honorificas como reconocimiento a las mujeres y hombres, quienes con su trabajo e intelecto, han consolidado a ésta, como la institución pública más noble de los zacatecanos.
Fue a través de los órganos colegiados de la UAZ, donde se determinó a quienes se les entregaría la distinción, como los Consejos de Unidad, la Comisión de Honor y Mérito, y la presidencia colegiada del H. Consejo Universitario, explicó el rector Rubén Ibarra Reyes, ante cientos de familiares, amigos y compañeros universitarios, que llenaron las gradas del teatro Fernando Calderón en sus tres niveles, para acompañar a los condecorados.
“Cuando pasó por mi cabeza el tema de la medalla, pensé que tendría muchos problemas. Pero el primer problema está resuelto, era que vinieran por la medalla y el 98 por ciento de los seleccionados están aquí”.
El segundo problema era ¿A quién se le iba a entregar la medalla? Y ahí entraron los diferentes órganos colegiados de la universidad, aunque aclaró Ibarra Reyes “no estoy descargando bajo ninguna circunstancia responsabilidad”, en la selección final, pues admitió el propio rector que: “estoy seguro que nadie, nadie, descalificara a quien fue galardonado, pero sí sé, que faltaron muchos. Y sé también que la universidad tiene demasiados hombres y mujeres, que han luchado durante estos 190 años por tener la UAZ que hoy tenemos”.
En la ceremonia especial el presídium estuvo encabezado por los integrantes de la presidencia colegiada del H. Consejo Universitario, y asistieron, además, como representante del gobierno federal, Luciano Concheiro Bórquez, Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y en representación del gobierno de Zacatecas, Maribel Villalpando Haro, titular de la Secretaría de Educación estatal.
En la apertura de la sesión especial, Ángel Román Gutiérrez, Secretario General de la UAZ, leyó el dictamen del Consejo Universitario, dónde se aprobó la entrega de la condecoración de carácter honorífico, “para los universitarios que se hayan caracterizado por realizar una destacada labor académica, profesional o administrativa, en beneficio de la institución, de la región, del país o de la humanidad”.
Se trata de una medalla para “reconocer la organización, realización o fomento a la investigación científica, humanística, tecnológica, social, cultural o política, así como por extender y divulgar la ciencia y tecnología, el arte, y la cultura”, expuso Román Gutiérrez.
La entrega de la medalla Nobleza, Historia y Liderazgo, se dividió en cinco categorías: “Galardonados por Unidades Académicas” (32); “Galardonados Ex Rectores” (11); “Galardonados Finados” (3); “Galardonados Trabajadores del STUAZ” (11), y “Galardonados por Rectoría y la presidencia colegiada del H. Consejo Universitario (11).
- La UAZ y el cumplimiento comunitario de la autonomía
Ante la comunidad universitaria que estuvo presencialmente en el evento, y para toda la audiencia que siguió la ceremonia de manera virtual, a través de las diferentes plataformas de internet de la UAZ, así como por el recién estrenado Canal 24.4 – Televisión Universitaria, de señal digital abierta, el rector Rubén Ibarra Reyes agradeció su presencia en el acto a Luciano Concheiro Bórquez y a Maribel Villalpando Haro, representantes de los gobiernos federal y local, así como al ex rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Luis González Plasencia.
Este dijo Ibarra Reyes, es un día de júbilo “porque de manera humilde reconocemos a nuestros antecesores, a quienes dieron su vida, su tiempo, su esfuerzo y dedicación en pro de la educación de las juventudes, es decir, por los prometeos del saber y de la lucha social, como lo fue Francisco García Salinas, quien en 1832 tuvo la visión que aún compartimos y la cual es que en la educación reside el futuro de Zacatecas y México”.
Enseguida, en su alocución, Luciano Concheiro Bórquez, destacó el trabajo que hace la UAZ, con su proceso interno de reforma universitaria, “en este estado de Zacatecas, libertario, que se plantea una transformación radical tiene en esta universidad, un gran compromiso”.
“Me siento muy honrado en compartir con la comunidad universitaria de la UAZ, el 190 aniversario de esta maravillosa universidad”, pues cuando pensamos y reflexionamos en lo que ha sido el devenir histórico de esta universidad, desde su fundación en la Casa de Estudios de Jerez en 1832, pasando por sus distintas transformaciones en el Siglo XIX, hasta el Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas en 1959 –señaló el funcionario federal-, no podemos dejar de reconocer en su propia historia, el desarrollo con sus alcances y contradicciones que ha tenido el estado de Zacatecas.
Concheiro Bórquez señaló además que “en el caso particular de este estado, tanto la universidad como el propio estado, responden a procesos históricos que dialogan, se interpelan y se solidarizan mutuamente, en una constante que no podemos soslayar si queremos seguir teniendo miras de largo alcance”, para todos.
Sobre el proceso de reforma, insistió “aquí vemos un espíritu poderoso de refundar lo que era el ICAZ, en una universidad, también autónoma, con estrechos lazos con la sociedad, en una concreción de la democracia, que se entiende como dijo Bolivar Echeverría, en el cumplimiento comunitario de la autonomía”.
“Esto mismo lo vimos apenas el año anterior, cuando la UAZ presentó su ruta crítica para el proceso de reforma universitaria, en el que se expresa una ruptura radical, con el modelo de universidad napoleónica, pero que, a la vez, representa una ruptura aun mayor con la universidad neoliberal, como pocas veces se ha visto en la educación superior mexicana”.
Durante la ceremonia especial de entrega de medallas Nobleza, Historia y Liderazgo, por el 190 aniversario de la UAZ, también pronunciaron dos emotivos mensajes, en representación de sus comunidades académicas: Isabel Martínez Salazar y Aquiles González Navarro.
