Por Geovanna Bañuelos
A unos meses del término del primer piso de la Cuarta Transformación y a manera de despedida,el Presidente de la República publica el libro ¡Gracias! (Planeta). Más allá del éxito editorial alagotarse en las principales librerías del país, el texto tiene que ser analizado porque ofrece las claves para comprender la historia política de Andrés Manuel López Obrador, su llegada a la presidencia, su visión de la Cuarta Transformación y del humanismo mexicano. Su amor por México queda patente en cada uno de sus capítulos, donde hace un recorrido de su trayectoria y además reivindica la igualdad, la democracia, la libertad y el respeto como la base de cualquier estado democrático.
Desde joven luchó por reivindicar la justicia social, por la participación e involucramiento de la sociedad en las decisiones, lo que lo llevó a ingresar en la política desde temprana edad. En su Éxodo por la Democracia quedó plasmado que más allá de cualquier lucha, la defensa de los derechos y las decisiones del pueblo están por encima de todo. Esa es la verdadera soberanía nacional.
Rememora el vergonzoso capítulo del desafuero, donde se demostró que las élites, el influyentismo y las oligarquías podían más en México que la razón, la ley y el apoyo popular. Nada importó. Andrés Manuel siguió su camino frente a los más grandes y viles obstáculos. Sin importar el fraude electoral del 2006 que llevó al país a un camino de sangre y violencia o el fraude del 2012 que impulsó la privatización de las principales industrias del estado, se sobrepuso a las adversas condiciones y gracias a su recorrido por México pudo recoger los sentimientos de la nación.
Toda esta gama de adversidades, lo fortaleció y le permitió llegar a la presidencia y lograr un México de Bienestar. Y es que la frase escrita en su libro se trasladan a la realidad: “No hacerle mal a nadie y atender de manera preferente a los pobres y a los olvidados de México”. Hoy se atiende al sur del país, así como a los más desprotegidos por las políticas del pasado. Gracias a los programas sociales para el bienestar, más del 70% de los hogares mexicanos reciben estos apoyos. Hoy el salario mínimo asciende a 248 pesos diarios, cuando al inicio de su sexenio estaba en 88; no se han creado nuevos impuestos; se combate la evasión y el fraude fiscal; se consagró el principio de austeridad republicana; somos de los primeros países en inversión extranjera y contamos con una nueva refinería, un nuevo aeropuerto internacional y un tren que promueve el desarrollo.
Escribe López Obrador, “El cumplimiento de las responsabilidades sociales del Estado se traduce en una mejoría de las condiciones de vida de la gente”.