Por Geovanna Bañuelos
En el marco del Día Mundial del Agua estamos obligados a enfrentar el desabasto de agua y la sequía que se padece a nivel mundial. Especialmente en el país nos enfrentamos a uno de los años con mayor ausencia de lluvias. Este fenómeno afectó al 60% de nuestro territorio nacional, ocasionando graves problemas sociales, entre ellos, la escasez y la mala calidad del agua para consumo humano, falta de agua para la agricultura y la industria, agravamiento de la temporada de incendios forestales y conflictos en comunidades.
Ejemplo de ello es Zacatecas. Durante 2023 fue una de las entidades federativas con mayor prevalencia de crisis hídrica Se estima una afectación del 90% del territorio estatal. Tan severa es la situación que productores agrícolas han solicitado la intervención de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Seguridad Alimentaria Mexicana y otras instancias para que establezcan un programa emergente. Escenario preocupante en otras entidades. Las presas de uso agrícola de Sonora y Sinaloa apenas tienen una captación del 10 al 15%. En 94 embalses de otros estado, solo tiene un 34.8% de su capacidad.
Aunado a ello, nos enfrentamos a otro desafío, bajos niveles en mantos acuíferos. En los últimos 50 años, la sobreexplotación es severa. La Comisión Nacional del Agua reporta queen 1975 teníamos 32 en condición de escasez, para 2023 pasó a 115, lo que representa un incremento de 256%. A la agricultura se destina casi 65% del agua superficial (ríos, arroyos y lagos), el abastecimiento público se nutre en casi 60% de los acuíferos, por lo que la sobreexplotación amenaza directamente a la ciudadanía.
Por esta razón, he presentado diversos puntos de acuerdo para que la Conagua y las entidades federativas en la materia, lleven a cabo la evaluación de la infraestructura para la captación y preservación de agua, en las presas, bordos y cuerpos de agua, con el objetivo de garantizar en todo momento la provisión de agua para el consumo humano y el uso agrícola.
Asimismo, presenté dos iniciativas. La primera para que el Estado diseñe e implemente un Plan Transexenal de Infraestructura Hidráulica, con el objetivo de garantizar el derecho humano al agua, la modernización de la totalidad de la infraestructura hidráulica y preservación de nuestros recursos acuíferos. La segunda, para establecer un Plan Nacional Agrícola con el objetivo de crear un fondo y tener recursos para salvar al campo de la sequía.
La crisis se agudizará por lo que debemos implementar acciones inmediatas. El agua es vital para nuestro planeta y también es un recurso insustituible. Actuemos en consecuencia.