“Mas grave que la pandemia ha sido nuestra actitud ante la pandemia,” dijo el obispo de Zacatecas al referirse al incremento en el número de muertes y casos positivos que registra la entidad, “es un escenario bastante delicado, las autoridades han hecho lo que les ha correspondido y ahora falta hacerlo nosotros, la ciudadanía.”
Se pronunció porque cada uno de los ciudadanos asuma su responsabilidad y seguir solidarios y conscientes de la situación de emergencia que vivimos, “pero necesitamos dar todavía más, mucho más, crecer más en responsabilidad social, no se trata de que yo esté bien, de que yo solucione mi problema, sino que mire un poco más allá. De lo que yo haga o deje de hacer va a depender mucha gente.”
“la pandemia no es castigo de Dios, rotundamente no…” señaló que son situaciones que vivimos porque la creación está lastimada, el ser humano ha equivocado el camino y subestimamos un enemigo que en apariencia es pequeño como el virus y ahora nos tiene a todos en jaque, “nada tiene que ver Dios en esto.”
Reiteró que con el regreso de Zacatecas a semáforo rojo se mantienen las restricciones en los templos católicos que permanecerán abierto pero con celebraciones limitadas, con menor cupo y aumentando las medidas de control y sanidad para garantizar la seguridad de los asistentes.
Siguen suspendidas las misas de bodas, bautizos y graduaciones.
