El retiro de los cargos contra el general Cienfuegos es una victoria diplomática y política para México, aunque también puede ser un problema grave
El exsecretario de Defensa (Sedena) Salvador Cienfuegos será liberado de Estados Unidos en las próximas horas para ser juzgado en México, algo que no tiene precedentes, esta es una victoria diplomática y política para las autoridades mexicanas, aunque también puede representar un problema serio.
El insólito incidente denunciado por las fiscalías de los dos países en un comunicado conjunto que despertó grandes expectativas y ciertas sospechas.
El presidente había criticado la detención en Estados Unidos porque ejemplificaba la injerencia externa de la DEA en México.
Por tanto, para el mandatario se trata de un acto diplomático que, bajo la intervención directa de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reconoce que está interviniendo por la reputación de los militares y evita «se socaven nuestras instituciones”. sin pruebas.
Cienfuegos Zepeda, el exsecretario de Defensa (2012-2018) de Enrique Peña Nieto, fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles el 15 de octubre y posteriormente trasladado a Nueva York.
El general se declaró inocente de cinco cargos de narcotráfico y lavado de dinero presuntamente cometidos durante su mandato como ministro.
Es problema para México
Sin embargo, según Guillermo Gaduño, experto en Seguridad Nacional y Fuerzas Armadas de la Universidad Autónoma Metropolitana, bajo el descargo, “las autoridades estadounidenses se lavaron las manos en el caso Cienfuegos”, un militar de gran de gran reputación en el ejército.
La pelota está ahora en el tejado mexicano, pues se espera que tras su comparecencia en Nueva York regrese a su país en cuestión de horas.