El más grave de estos incendios ocurrió en las región central y sur, se produjeron dos incendios cerca de Los Ángeles y San Diego, y un tercer incendio en Sierra Nevada
California, Estados Unidos, pasó este fin de semana largo en la segunda oleada de incendios del verano, en medio de una ola de calor, la cual ha generado un aumento de temperatura superiores a lo habitual, después de registrar la primera oleada a mediados de agosto.
A diferencia de la primera oleada, cuando los fuegos se concentraron en la zona norte del estado, la peor parte esta vez se la esta llevando la parte del centro y sur, en los cuales hubo dos grandes incendios cerca de Los Ángeles y San Diego, y el tercero se anunció en Sierra Nevada.
El tercer incendio fue el pico que se extendió más rápido este lunes, quemando docenas de casas en el pequeño pueblo de Big Creek y obligó a los 2 mil 500 residentes de Auberry a ser evacuados por completo.
Además, el incendio obligó la evacuación en helicópteros más de 200 personas, que se encontraban en la popular zona de acampada de Mammoth Pool.
Desde que comenzó el viernes, el fuego de Creek, como ha sido bautizado por el Departamento Forestal y de protección contra incendios de California (Cal Fire), ha quemado 32 mil hectáreas y las diez dotaciones de bomberos que trabajan aún no han logrado ninguna de sus tareas de contención.
Al mismo tiempo, se informó que se produjo otro incendio en el condado de San Bernardino cerca de Los Ángeles, que destruyó 3 mil hectáreas, el cual inicio el sábado por la mañana a causa de un «aparato pirotécnico» usado en una fiesta, hasta el momento los bomberos informaron que lo tienen contenido en un 7%.
Desde el pasado sábado, el tercer incendio que comenzó este fin de semana también ha quemado una zona de vegetación al este de San Diego, que limita con México, y ha quemado más de 4 mil hectáreas.
Debido al terreno seco, las llamas se dispersan fácilmente, ya que en muchos lugares en California casi no llueve durante meses y las olas de calor están experimentando temperaturas extremas, en algunos casos incluso superiores a 40 grados.
La alta temperatura también llevó al principal proveedor de electricidad del estado, Pacific Gas and Electric Company (PG&E), a anunciar que podría tener que tomar medidas de interrupción deliberadas para evitar la sobrecarga del sistema y como medida preventiva para nuevos posibles fuegos.
Esta nueva oleada de incendios se suma a la declarada el fin de semana del 15 y 16 de agosto, cuando se produjo en gran parte del estado una tormenta eléctrica nada habitual en California en la que cayeron 10 mil 800 rayos, pero apenas lluvia, lo que unido a una ola de calor y a la sequedad del terreno, propició que se iniciasen miles de fuegos
Dos de estos incendios, uno al este de San José y otro en la zona vinícola de Napa, son el segundo y el tercero mayores de la historia del estado, y tras luchar contra ellos durante varias semanas, los bomberos los tienen ahora contenidos en más de un 90 por ciento.