A principios de 2020, Donald Trump parecía listo para ganar un segundo mandato, pero la pandemia desencadenó una recesión en Estados Unidos.
En los últimos meses, las perspectivas para las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebrarán en noviembre han cambiado drásticamente. A principios de 2020, Donald Trump parecía listo para ganar su segundo mandato como presidente.
La economía estadounidense se encontraba en su período de crecimiento más largo, con una tasa de desempleo en un mínimo histórico y el campo demócrata estaba en un estado de caos, con gran número de candidatos amenazan con dividir los votos del Partido Demócrata en la temporada de primarias.
Todo esto ha cambiado, la pandemia de coronavirus ha provocado la peor recesión económica, Desde la década de 1930, y ha puesto fin a más de una década de crecimiento del empleo. Dado que la frustración del público con la desigualdad racial y la brutalidad policial ha desencadenado protestas en todo el país.
Estados Unidos también está experimentando la peor ola de disturbios civiles en medio siglo. La respuesta de Trump a estas dos crisis expuso aún más su estilo dividido, que es impopular entre los votantes independientes, los cuales serán de gran ayuda para determinar el resultado de las elecciones. Al mismo tiempo, los votantes demócratas también se unieron a su candidato Joe Biden.
Desde 2016, el camino hacia la Casa Blanca ha cambiado. Trump ganó un camino estrecho hacia la victoria en las elecciones presidenciales de 2016. Perdió el 2% del voto popular, pero los márgenes se redujeron en cuatro estados cambiantes (Michigan, Pennsylvania) (Florida y Wisconsin) y ganó la mayoría del colegio electoral.
Trump todavía tiene una base sólida y se estima que alrededor del 40-44% de la población acudirá a él el día de las elecciones. Sin embargo, Trump necesita atraer votantes fuera de la base principal para derrotar a Biden.
Ambos candidatos tienen una base sólida, por lo que el resultado de las elecciones de 2020 dependerá de dos factores: el comportamiento de los votantes indecisos e independientes, especialmente el comportamiento de los votantes con dificultades en áreas suburbanas e industriales, muchos de ellos apoyaron a Trump en 2016.
La campaña de Trump ha perdido la mayoría de sus ventajas anteriores en los últimos meses. Como resultado, no esperamos que brinde suficiente apoyo para que los votantes indecisos sigan el estrecho camino hacia la victoria en 2020.
Trump enfrentará un desafío mucho más significativo de parte de Biden que el de la nominada demócrata en 2016, Hillary Clinton. Por un lado, Biden tiene una base de apoyo más fuerte y más amplia entre los demócratas que la de Clinton. Tanto Biden como Clinton, demócratas centristas, compitieron contra el senador progresista de Vermont Bernie Sanders en sus respectivas carreras por la nominación demócrata.