Por Geovanna Bañuelos
Una mujer, por primera ocasión en el devenir histórico de México, forjará los destinos de la Nación. La doctora Claudia Sheinbaum Pardo será quien asuma tal responsabilidad y cuenta con el respaldo de más de 35 millones de votos. Una hazaña que ni siquiera el mejor presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consiguió. De ese tamaño es su fuerza esperanzadora.
México está listo para ser gobernado por una mujer presidenta y con ello, resarcir una deuda histórica que se tenía pendiente con más de la mitad de la población de nuestro país. Las niñas, adolescentes y mujeres del país deben saberlo, ustedes pueden ser lo que quieran, incluso presidentas de la Nación.
Viene una etapa en el país donde los derechos de las mujeres serán consagrados. El patriarcado va a caer, nosotras, con esa lucha constante desde cualquier trinchera, lo hemos logrado. Somos la fuerza que mueve a este país.
Como bien lo reafirma la Dra. Sheinbaum, con ella llegamos todas, y llega también nuestra agenda feminista. No más feminicidios, no más acoso ni abuso sexual, no más violencia política en razón de género, no más discriminación, ni estigmatización ni revictimización. A las mujeres se les respetan y garantizan sus libertades y derechos.
Hoy, sin duda, no solo nosotras estamos contentas, lo están también nuestras madres, tías y abuelas; nuestras grandes luchadoras históricas, desde Sor Juan Inés de la Cruz a Hermila Galindo, desde mis paisanas zacatecanas que en 1824 enviaron una misiva al Constituyente pidiendo el derecho al voto hasta Elvia Carrillo Puerto, desde la mítica Coatlicue hasta la primera candidata a la presidencia doña Rosario Ibarra.
No se nos olvide, las mujeres somos resistencia, rebeldía y lucha. Siempre hemos buscado el bien de nuestras familias, de nosotras y de nuestra sociedad. Por ello, estoy en lo cierto que para México se viene una etapa próspera, de desarrollo, de igualdad, de beneficio no solo para las mujeres sino para todos los grupos en situación de vulnerabilidad. Se viene lo mejor para el pueblo. Se va a gobernar con amor, con empatía, con sensibilidad, con honestidad, con valor; el humanismo mexicano trascenderá todas las esferas de la vida pública del país.
La capacidad de las mujeres para gobernar no debe ponerse en duda. Llegó la hora de derribar las barreras y crear un mundo donde tengamos las mismas oportunidades para liderar y contribuir al bien común. Ha llegado la hora de ponerle fin al machismo. Se vislumbra un nuevo comienzo.
Celebramos, nos unimos, somos parte de este gran momento. ¡Con Claudia Sheinbaum llegamos todas! Hoy es un buen día para sonreír porque, como dijera nuestra gran poeta feminista Rosario Castellanos, la risa, lo sabemos, es la primera evidencia de la libertad.