Por Geovanna Bañuelos
“Había perdido un país, pero había ganado un sueño”. La frase del escritor Roberto Bolaño, plasma todo lo que representa la migración. Este fenómeno social se le conoce como el desplazamiento temporal o definitivo que realiza una persona cuando abandona su lugar de origen por factores económicos, políticos, sociales o climáticos.
Son varios los estados de nuestro país donde los mexicanos, ante la obligación de dotar a sus seres queridos de mejores condiciones, deciden emigrar, lo que implica abandonar sueños, esperanzas y la tierra que los vio crecer, la tierra que no pudo otorgarles las condiciones deseadas para una vida plena. Tan solo en Zacatecas se estima que existen más de 503 mil migrantes, la mayoría radicados en Estados Unidos, según datos del Inegi del 2020.
Las personas migrantes dejan su patria físicamente pero en sus acciones, siempre miran por el progreso de su comunidad y de su municipio. Ejemplo claro son las remesas enviadas a las familias que se quedaron en México para el sustento y solventar los gastos básicos. De acuerdo con el Banxico, tan sólo en el primer trimestre del 2022 se recibieron en nuestro país 12,5 mil millones de dólares, es decir, cerca de 250 mil millones de pesos. Para dimensionar el dato señalado, la cifra representa siete veces más el presupuesto anual para Zacatecas. Lo anterior significa que, con la aportación de remesas por nueve meses de los zacatecanos, sería suficiente para garantizar el gasto del Gobierno del Estado por casi una década. Sin embargo, somos ajenos a su seguridad. Las remesas son vitales para Zacatecas, entre enero-junio, recibió diariamente un promedio de cuatro millones 456 mil dólares.
Las fechas decembrinas son el momento donde la gran mayoría de nuestros paisanos regresan a casa con la intención de pasar estas épocas de celebración con sus seres queridos. Desafortunadamente, en su retorno, son víctimas de la inseguridad y violencia. El pasado 18 de diciembre se conmemoró el Día Internacional del Migrante y, justo ese día, en la carretera Fresnillo-Zacatecas, sujetos armados despojaron de sus vehículos y sus pertenencias a connacionales provenientes de California y Arizona. A través de redes sociales se difundió un video que mostraba a un grupo de personas caminando por la carretera. Las imágenes, sintetizan el rostro de la inseguridad a la que se tienen que enfrentar nuestros hermanos migrantes.
Es tiempo de dejar de lado discursos que no se traducen en la realidad. Hay que ser críticos de la situación actual que sufren las personas migrantes cuando visitan nuestro país. Por un trato digno, en todo el proceso. Es decir, desde que toman la decisión de irse, el traslado y al momento de llegar a su nuevo destino. Al separarse de su lugar de origen, de sus familiares y seres queridos, lo menos que les debemos es una gestión humana y ordenada. Perder un país es lamentable. Y más doloroso, padecer de la inseguridad en la tierra que los vio nacer.