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Reforma al Poder Judicial y especulación

by Franco Elizondo Marquez

Infundada la incertidumbre, especulación y temor a la volatilidad del peso frente a la anunciada reforma al Poder Judicial. Ya lo puntualizó Claudia Sheinbaum: la economía está “muy sólida”. Contamos con finanzas sanas y certidumbre en la inversión. En el primer trimestre de 2024, la Inversión Extranjera Directa en México fue de 20 mil 313 millones de dólares, 9% superior al reportado para el mismo periodo de 2023, registrando un nuevo máximo histórico. Las reservas internacionales de México siguen creciendo y se ubican entre las más fuertes de los 38 países que integran la OCDE. Los ahorros superan los 219 mil 300 millones de dólares, por arriba de Reino Unido, Dinamarca, España y Canadá. Hay estabilidad económica, política y social. Frente a esta realidad, tenemos un sistema judicial caduco por lo que se requiere un nuevo modelo de justicia propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador y refrendado por la presidenta electa Claudia Sheimbaum Pardo. 

Con esta reforma, se busca someter a elección popular a mil 600 cargos, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consejeros del Consejo de la Judicatura Federal, magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, magistrados de circuito y jueces de distrito. La finalidad es brindar legitimidad y representatividad en el sistema judicial al permitir que los ciudadanos participen en la selección de quienes impartirán justicia basado en el mérito y así reducir la influencia de intereses políticos y garantizar la independencia del Poder Judicial. La propuesta también incluye la eliminación de las dos salas del Supremo y la restricción de la facultad de la Corte para otorgar suspensiones de normas generales con la finalidad de agilizar el proceso judicial y garantizar una mayor coherencia y consistencia en las decisiones judiciales.

Quienes se oponen olvidan que los ministros tienen sueldos cercanos a los 300 mil pesos mensuales, aguinaldos que llegan a los 600 mil pesos, primas vacacionales de 95 mil, recursos para ir a comer a restaurantes que oscilan los 723 mil anuales, pensión vitalicia y con la totalidad de su salario. Además, cuentan con comedor especial, vehículos blindados, escoltas, apoyos para gasolina, pago de peaje en autopistas, seguros de autos y viviendas, trato preferente y salones especiales en aeropuertos, equipos de cómputo y celulares incluso para sus familiares, vehículosy pago de personal de apoyo en su jubilación. En contraparte, padecemos una severa erosión en la administración e impartición de la justicia. La impunidad y la corrupción es un agravio para millones de mexicanos que no acceden a la justicia pronta y expedita

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