Por Geovanna Bañuelos
En el período neoliberal, millones de mexicanos padecieron la precarización de su salario y la degradación de sus condiciones en sus centros de trabajo. Se robaron el futuro de las juventudes mediante la creación del outsourcing, violando sus derechos laborales y sin recursos para su vejez. Las personas trabajadoras eran explotadas y el empleo mutó a una crisis humanitaria laboral.
En contraparte, la transformación llegó al Senado de la República para defender y otorgar dignidad a la clase trabajadora como nunca se había hecho en el pasado. Hemos aprobado leyes y tratados internacionales para que las familias puedan vivir con bienestar: restringimos la subcontratación, regulamos el trabajo del hogar, reformamos el sistema de justicia laboral, incorporamos el home office, avalamos que el salario mínimo esté por encima de la inflación y conquistamos la democracia y libertad sindicales. Deudas históricas del Estado mexicano para con las y los trabajadores.
¡La productividad no se encuentra relacionada con las horas de trabajo! Por el contrario, garantizar el derecho al descanso potencia el ejercicio de otros derechos, como a la salud mental, a la vida en familia y a un mejor ambiente laboral, mayor productividad y rendimiento. Nuestro país tiene los periodos vacacionales más cortos en el mundo. Los trabajadores mexicanos sólo gozan de seis días de vacaciones al año. En España y Perú cuentan con 30 días de vacaciones, Reino Unido con 28, Alemania con 24, Uruguay con 20 días y Colombia 15 días.
El 9 de diciembre de 2021, cuando presenté la iniciativa de #vacacionesdignas con el fin de garantizar el derecho al descanso y ampliar los días de asueto, tenía un simple objetivo: hacer realidad la demanda de las y los trabajadores. El pasado jueves 3 de noviembre en el Senado de la República aprobamos por unanimidad duplicar el período vacacional en el primer año, al pasar de seis días a 12 días.
México tendrá un sistema progresivo vacacional; es decir, por cada año de servicio se incrementa en dos días. En el segundo año, se tendrá derecho a 14, hasta llegar al quinto año en donde se gozarán de 20 días. Posteriormente, cada cinco años, se incrementará en dos días. Ahora, la Cámara de Diputados, deberá aprobar la minuta y así garantizar el derecho al descanso de los trabajadores. Se deja un precedente, pero aún falta llegar a 18 días de vacaciones al año como es el promedio internacional, además, que en el segundo semestre de trabajo se tenga derecho a diez días de vacaciones. Sin embargo, al movimiento de la clase trabajadora, nadie lo detiene.