En emotiva audiencia celebrada en el Juzgado Familiar del Palacio de Justicia de Zacatecas, fue ratificada la adopción de un infante, que, tras un largo proceso de integración, fue acogido por su nueva familia.
La Presidenta Honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), Sara Hernández de Monreal, destacó la importancia de este tipo de procesos para ofrecer un futuro lleno de amor y estabilidad a las y los niños en situación de vulnerabilidad.
En un acto cargado de emociones, se formalizó la adopción de un niño, quien, desde su ingreso a la Casa Cuna «Plácido Domingo», había sido cuidado y apoyado por el equipo de profesionales de la institución; se trata de una adopción que fue posible gracias al compromiso de la familia adoptiva, la cual, desde el primer momento mostró un profundo amor y dedicación por el menor.
Sara Hernández de Monreal expresó su alegría por este logro y reafirmó el compromiso de la administración del Gobernador David Monreal Ávila con la protección y el bienestar de las y los menores; “desde el SEDIF, trabajamos para garantizar que cada niña y niño tenga la oportunidad de crecer en un hogar seguro, lleno de cariño y oportunidades».
La Presidenta Honorífica del SEDIF también reconoció el trabajo de las instituciones involucradas, como la Casa Cuna «Plácido Domingo», que a lo largo de los años ha brindado un refugio seguro a infantes en situación de vulnerabilidad, así como al equipo jurídico y social de la Procuraduría del SEDIF, encabezada por Álvaro García Hernández, quienes han acompañado a las familias adoptivas en cada paso del proceso.
Por su parte, los adoptantes manifestaron su felicidad por la ratificación de la adopción; destacaron la importancia de este momento tanto para ellos como para el futuro de su hijo, con quien, a partir de hoy, comienzan una nueva etapa como familia.
La ratificación de la adopción marca el fin de un largo proceso judicial y administrativo, pero, sobre todo, el inicio de una vida plena para el menor, quien por fin podrá crecer en un hogar definitivo, rodeado de afecto y seguridad.
